Por mucho tiempo, personas que interesan mejorar sus líneas y depresiones faciales han recurrido al cirujano cosmético en busca de alternativas.
La ciencia ha adelantado mucho en este campo y sabemos que además de cirugía, existen alternativas como los inyectables y tratamientos con productos de alto poder formulados para utilizarse bajo cercana supervisión de un médico.
Tradicionalmente, el colágeno había sido la primera opción inyectada para rellenar áreas de la cara deficientes de volumen, sin tener que recurrir a intervenciones quirúrgicas. Más recientemente, han salido al mercado otras soluciones basadas en contenidos naturales, la mayoría de origen no animal u origen sintético. En estos momentos, muchas de ellas vienen mezcladas con anestesia, lidocaína, o están diseñadas para poder mezclarse con este anestésico previo a su uso. Esto minimiza, y para muchas personas, elimina la molestia relacionada a este procedimiento.
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Éstas son algunas de las posibilidades que podemos discutir: